domingo, 24 de noviembre de 2013

¿ Donde se ubica el Tribunal Karmico ?




Situado en los ámbitos etéricos inferiores se encuentra un gran edificio cuadrado de color blanco, el cual ha sido mencionado por muchos como " El Salón del Juicio" pero que, en realidad, es un templo de gran Misericordia y Amor conocido como "Los Salones del Karma".
A través de este edificio pasa cada corriente de vida después de haber sido liberada de la encarnación física, y a través del mismo edificio pasa cada alma encarnante antes de que se le dé su asignación dentro de un cuerpo terreno.
No hay corriente de vida que no esté familiarizada con los Salones del Karma y, por lo general, es producto de la esfera a la cual el alma es delegada por las actividades cuestinables en vida, que el individuo ha traído de vuelta un miedo al "juicio', y ha incorporado a la teología de varias religiones la doctrina de la ira y castigos de Jehová.
Un entendimiento concienzudo del gran servicio prestado a las almas que evolucionan sobre el planeta por esos poderosos seres conocidos como los Señores del Karma, eliminaría de la conciencia y mundo emocional del aspirante este miedo a la muerte y al juicio, y le ayudaría al individuo a pasar a través del cambio llamado "muerte" (así como a sus seres queridos que permanecen en la esfera terrenal) a anticipar la experiencia y a ayaudarse así mismo a recibir el mayor beneficio posible de una experiencia así.
El gran proceso de evolución requiere que el alma del hombre deba encarnar en un cuerpo físico y aprenda a adueñarse del control y calificaciones de las energías (Vida) a fin de calificar para ciertos cargos espirituales en el Esquema de la Evolución Universal.
Amados Corazones, el Tribunal Kármico NO está compuesto de Seres que están a la espera de impartir castigo. Su único servicio en este universo consiste en encontrar medios y manera para que cada alma reciba la mayor OPORTUNIDAD posible (tanto en el cuerpo terrenal cuanto entre encarnaciones) para balancear su deuda a la vida, aprendiendo a controlar la energían y preparándose para completar su evolución. El tremendo miedo y desdén que el mundo ortodoxo ha plantado en la humanidad concerniente al Día del Juicio es realmente desafortunado. Todo esto emana primordialmente del hecho que son pocos los individuos que viven de acuerdo con su luz y ellos, de por sí, son sus propios jueces. Aquello que asocia "juicio cósmico" con "incomodidad", es la experiencia que tal persona tiene cuando comparece en la libertad del cuerpo etérico y mira para atrás, viendo lo que podría haber hecho; es ese sentido de remordimiento individual, ese sentimiento que se experimenta cuando se ve lo que se podría haber haber hecho cuando se tuvo la oportunidad y los medios, y cuando se estaba en proximidad a ciertos individuos meritorios.
El Tribunal Kármico, en todo momento, actúa para bien del individuo, la unidad y toda la evolución. El chela que comparece ante el Tribunal Kármico en la mayor libertad del cuerpo interno, escudriña entonces la promesas que hizo antes de encarnar, escudriña su Cuerpo Causal, así como también lo hace su padrino y el Tribunal Kármico. Ve el tamaño, el color y el desarrollo del Cuerpo Causal al momento de nacer y luego (supuesto sobre éste) ve la cosecha en el Cuerpo Causal del bien hecho en la vida que acaba de terminar. Aveces el Cuerpo Causal se expande muy poco en tamaño y color en una vida terrenal. Ese es el juicio que el Tribunal Kármico y el chela individual consciente hacen en conjunto:  ver qué se ha almacenado en los cielos mediante el trabajo consciente de acuerdo a la vida, talento, capacidad y votos del individuo. No hay dos individuos que puedan ser juzgados de la misma manera, ya que los talentos, la conciencia, el desarrollo y las oportunidades de cada corriente de vida difieren; pero cada quien es juzgado de acuerdo a su propia luz mayor, ya sea que vivió o no de acuerdo con esa luz en el curso de su vida terrena.
Cuando las almas salen de la Tierra, se encuentran en diversos estados de conciencia. Puede que les interese comprender algo del detalle relacionado con los logros o perdidas de oportunidades en su última encarnación, como puede ser que no les interese saber nada, estos últimos en general son seres rezagados a los cuales no les interesa evolucionar.
Claro está, los chelas conscientes se encuentran inmediatamente  con sus respectivos Maestros o algún miembro de la Hueste Angélica. Casi siempre están ansiosos de comparecer de una vez ante el Tribunal Kármico, con la cosecha de los esfuerzos de su vida. Estos seres, estos chelas y sus padrinos comparecen individualmente ante el Tribunal Kármico, geralmente dentro de las doce horas después del tránsito.
Sin embargo, este "apuro' es requisito. La misericordia de la Ley es tal que, después de que un alma sale del cuerpo, se le da lo que se denomina una "vacación espiritual", algo de descarga y alivio de las presiones que usualmente se elevan a un clímax, al tiempo que la corriente de vida se acerca cada vez más al cambio llamado "muerte". Al individuo promedio, anticipando reunirse con familiares y amigos, se le da toda oportunidad (si sus seres amados están todavía en los Niveles Internos y no han reencarnado) de vacacionar con esos seres queridos durante cierto laso, para renovar asociaciones y tener la felicidad que habían anticipado. Sin embargo, el estudiante usualmente prescinde de tanto como sea posible de todo aquello que no se aplica de hecho al progreso del alma. En su mayoría, desea comparecer rápidamente ante el Tribunal Kármico y recibir el dictamen sobre su servicio a la Luz.
El chela consciente, después de recibir ciertas indicaciones del Tribunal Kármico, inmediatamente se pone a trabajar en los Niveles Internos, para expiar tanto de su karma como sea posible en los ámbitos mental, emocional y etérico. Esta efluvia mental, emocional y etérica es lo que ustedes denominan "ámbito astral". El chela, desenvolviéndose conscientemente en este ámbito, se pone a trabajar con el Fuego Violeta y presenta el mismo servicio en los Niveles Internos que ustedes se están aquí en sus cuerpos terrenales. La Iglesia ha denominado a esa experiencia, "entrar al purgatorio" o "limbo". La humanidad siente que es un sitio de castigo...¡mas no le es!
Es un sitio en que los individuos expían conscientemente pecados mentales y emocionales mediante el libre albedrío y el deseo del chela. De esta manera, cuando recibe un nuevo cuerpo terrenal, gran cantidad de este karma ya habrá sido transmutado. Cuanto más servicio presten aquí en estos términos, tanto menos tendrán que hacer allá.
Cuando el hombre promedio pasa por el cambio llamado "muerte" --tal cual les dijera anteriormente-- usualmente se toma cierto tiempo para visitar a sus seres queridos y amistades. Luego amablemente es convocado (a menudo grupos de tales individuos son citados al mismo tiempo) a entrar al salon del Juicio y comparecer ante el Tribunal Kármico. Esta agrupación a veces incluye cientos o miles de individuos. Cuanto más alta esté el alma, cuanto más desarrollada esté su conciencia, tanto mayor atención individual recibirá la corriente de vida. En el caso de los menos desarrollados, cientos y miles entran juntos a los Salones del Karma. Este misericordioso Tribunal asigna estas corrientes de vida a cierta cantidad de expiación de sus propias energías calificadas destructivamente en el ámbito astral, y también los asigna a cierto entrenamiento en salones de clase para los cuales están preparados, en los que se les enseña tanto de la Ley como puedan comprender en el momento.

El ámbito de los durmientes
Quisiera referirme ahora al Ámbito de los Durmientes. Estos individuos ya sea no creen en ninguna existencia después de la muerte, o son los muy cansados y pesados de mente, quienes prefieren pasar a la aniquilación. La Ley es tan amable y misericordiosa que también a éstos se les da consideración. No se despiertan inmediatamente después de salir de sus cuerpos físicos. Yacen, aveces durante muchos, pero muchos años, en un estado de sonambulismo. Esto retrasa en gran medida su progreso, ya que no responden a la invitación del Tribunal Karmico a comparecer ante los Jueces y recibir sus dictámenes; no se ocupan activamente en aprender cómo expiar sus errores. De esta manera, se niegan así mismos la oportunidad para reencarnar y progresar sobre la escalera de la evolución.
Por otra parte, tenemos las corrientes de vida que están atados a la Tierra. Han escuchado mucho acerca de éstas en la literatura ocultista. Son individuos con un fuerte amor u odio por las cosas de la Tierra y la gente de la Tierra. Son los que combaten a la muerte y, aún después de pasar por ella, rehusan aceptar que ya no son más parte del mundo de apariencias físicas. Se aferran a las cosas que más amaban u odiaban, y viven de la vitalidad y magnetismo de los organismos vivientes de la humanidad encarnada. Claro está, a través de las actividades de la Nueva Dispensación, gran cantidad de estos individuos han sido cortados y liberados; y, debido a los tremendos Llamados y Aplicaciones que ustedes han realizado, estas almas han sido sacadas de la atmósfera de la Tierra, a pesar de sí mismos. La razón de que algunos individuos permanezcan miles de años en el ámbito astral, es que rehusan responder a la citatoria a comparecer ante el Tribunal Kármico. Se trata de una acción voluntaria. En tanto que no comparezcan, que no acepten las asignaciones de la expiación de al menos una medida de su propio karma, y que no estén dispuestos a asumir una postura osada y resuelta en la esfera en la cual el Tribunal Kármico considera que están más apto para habitar, no podrán tener otro cuerpo terrenal.Este es un estado de conciencia muy obstinado y desagradable. Sin embargo, tales individuos tienen que pedir personalmente la oportunidad de ser escoltados al Tribunal Kármico y deponer la rebelión, obligados a limpiar sus propios mundos y aprender la Ley de la Vida.